Nosotros, reunidos en la Euro-Conferencia Internacional de Trabajadores los días 9 y 10 de junio en Atenas, militantes provenientes de veinte países de Europa, del Oriente y Occidente, del Norte y Sur, pero también del Medio Oriente, Asia, África y América Latina, luchando en docenas de diferentes organizaciones y partidos políticos de la izquierda revolucionaria y anticapitalista, de sindicatos combativos, de movimientos sociales, de colectivos de lucha popular auto-organizada, llamamos a los trabajadores, a los desempleados, a los pauperizados y las masas sociales excluidas en todos los países a unirse en una misma lucha por una salida revolucionaria e internacionalista de la catástrofe social diseminada por la actual crisis mundial del capitalismo.
En tan solo seis años, una crisis mundial sin precedentes se ha apoderado del mundo capitalista. No es ni una pura o regular crisis cíclica ni una perturbación debido a la coyuntura sino una crisis sistémica, universal e histórica presentando los mayores desafíos para el presente y el futuro de la humanidad. Para todos nosotros, los oprimidos y los explotados, este es el momento de la decisión y de la lucha para tomar nuestro destino en nuestras manos. No es ésta o aquella demanda lo que está en juego, es nuestra propia vida -el derecho a una vida por la emancipación humana universal, libre de la explotación, la opresión, y la humillación de los seres humanos por seres humanos.
Iniciado en el centro del capitalismo mundial, los EE.UU., la crisis pronto ha puesto a la Unión Europea en su epicentro.
Los capitalistas, sus gobiernos, la UE, el BCE y el FMI tratan de hacer que los trabajadores paguen por la bancarrota de su sistema de explotación, destruyendo la vida, los empleos, los salarios y las pensiones, los hogares, y los derechos de millones de personas con los más bárbaros -y totalmente ineficaces- programas de "austeridad" y de canibalismo social.
A pesar de todas las diferencias de grado, forma y ritmo de desarrollo, la crisis golpea a Europa como un todo, Norte y Sur, Este y Oeste. No se limita únicamente a la periferia o en al sur de Europa. La bancarrota de Grecia fue el preludio, mostrando lo que se sigue a niveles continentales e internacionales.
La moneda común europea, la zona euro y todo el proyecto para una Unión Europea en sí misma enfrenta la amenaza de la desintegración, mientras que los pueblos de Europa están amenazados de ser enterrados bajo las ruinas del "edificio europeo", construido hasta ahora sobre las bases podridas del capitalismo. Las clases dominantes europeas han fallado en poner al día su viejo sueño de integrar el continente para competir por la hegemonía mundial en contra de sus antagonistas en los Estados Unidos y en Asia.
Nuestro camino hacia adelante, por una alternativa real en Europa, y una salida socialista a la pesadilla de hoy del capitalismo en bancarrota, no puede limitarse a formar "un frente de los pobres del Sur" contra el de los “ricos” del Norte, y mucho menos un frente de los pobres del Sur con los ricos del Sur, junto con Rajoy, Letta, Hollande, Samaras, Anastasiadis o Coelho contra los pobres del Norte, los trabajadores franceses o alemanes o los pobres de Husby en Estocolmo. Tenemos que forjar un frente único revolucionario internacionalista de todos los oprimidos y desposeídos, todos los condenados del planeta, del Sur al Norte, del Este al Oeste, desde Lisboa hasta Vladivostok en Europa, en el Mediterráneo, el Medio Oriente de la primavera de los pueblos que se rebelan contra todos los tiranos, dictadores locales y los imperialistas extranjeros, una fuerza internacionalista unida de resistencia y emancipación que cubra todo el planeta.
Para aquellos de nosotros luchando en la UE, es de vital importancia evitar tanto las ilusiones liberales "europeístas" o reformistas que esta unión imperialista de banqueros y usureros, de los grandes industriales y los políticos corruptos compinches, este autoritaria y opresiva alianza de las elites gobernantes que transforman Europa en un vasto campo de trabajo precario, nunca podría, sobre todo en este momento de su crisis histórica, reformarla en una "Europa social y democrática". La Bastilla fue derribada, no reformada.
Por otra parte, el "euroescepticismo" tiene siempre un contenido reaccionario burgués, incluso si utiliza un tipo de retórica populista de izquierda. Para una salida alternativa de la crisis, no es el cambio de la moneda, del euro a un (devaluado) dracma o lira o peseta, etc., es el cambio radical del sistema social mismo, lo que es crucial. Un retroceso nacionalista en las asfixiantes fronteras nacionales, bajo los gobernantes nacionales del mismo sistema social en bancarrota y bajo el control de la policía nacional, los generales nacionales o los carceleros nacionales no es una alternativa real deseable o viable. La autarquía, una utopía reaccionaria (o más bien la destopía) ha dado lugar a tragedias catastróficas en los años 30, en las condiciones de la globalización capitalista es una farsa catastrófica. Esta visión no puede sino promover el racismo, la represión y la discriminación, lo que agrava la situación ya infernal de las comunidades de inmigrantes en Europa.
Hoy en día, el populismo nacionalista venenoso, a pesar de las diferencias en colores de derecha o de "izquierda", y, además, la derecha nacionalista y la extrema derecha, que es peor, las peligrosas formaciones abiertamente nazis, como el "Golden Dawn" en Grecia o “Jobbik” en Hungría, muestran claramente un camino siniestro a la barbarie producida por el impase sistémico capitalista.
Tenemos que cortar con la espada internacionalista el nudo gordiano: tenemos que combinar la lucha paraquebrar esta Unión Europea imperialista de estos bandidos "por encima de nosotros", los explotadores y opresores, con la pelea por la unificación socialista "desde abajo" bajo una lucha común de todos los trabajadores y las masas populares del continente, para establecer lo que se llama en la tradición revolucionaria de los oprimidos, los Estados Unidos Socialistas de Europa.
Para avanzar hacia este objetivo estratégico, se necesita con urgencia, de todos aquellos colectivos, movimientos, organizaciones y luchadores provenientes de las diferentes tradiciones que intervienen en la lucha de clases y en todas las luchas por la emancipación, discutir de manera abierta, colectiva, de una manera no sectaria , a nivel europeo e internacional, los principales ejes de un Programa de salida de esta crisis y comenzar a coordinar nuestras luchas elaborando e implementando un Plan común de acciones y campañas.
Esta Euro-Conferencia Internacional de los Trabajadores convoca a una lucha común en los siguientes puntos programáticos:
- Contraatacar a los usureros internacionales, la dictadura de los "mercados", de los bancos y el capital financiero, por la suspensión del pago de TODA la deuda pública que roba y bloquea la vida de millones de personas, y por la expropiación de los bancos bajo control obrero.
- Todos los planes de "austeridad" de canibalismo social impuesto por la UE, el BCE, el FMI y los gobiernos capitalistas tienen que ser detenidos inmediatamente. El capitalista tiene que pagar por la crisis de su sistema de explotación, no los explotados! Tenemos que luchar para recuperar los salarios, las pensiones y los derechos sociales de los trabajadores de acuerdo a las necesidades sociales, no para el beneficio de unos pocos.
- Contra el desempleo masivo, el trabajo precario, el empobrecimiento y la exclusión social llamamos a luchar para prohibir los despidos, por la distribución de las horas de trabajo entre todos los trabajadores. Para los desempleados y para los que buscan un empleo, garantizar el beneficio del seguro de desempleo hasta conseguir uno. Las obras públicas de infraestructura, que de todos modos son vitales y de urgencia, tienen que ser proyectadas para crear nuevos puestos de trabajo.
Los barones de la gran industria chantajean siempre a los trabajadores a que acepten más recortes de salarios y puestos de trabajo o cerrarían o trasladarían sus fábricas al extranjero; nuestra respuesta debe ser ocupar todas las fábricas que cierren o despidan masivamente a sus trabajadores, de expropiarlos, sin compensación alguna, haciéndolas funcionar de nuevo bajo control obrero y la gestión de los trabajadores. - Contra los desalojos a causa de las deudas o los cortes de electricidad o de agua debido a la falta de pago de las facturas; en contra de cualquier privación o la privatización de los bienes comunes, como la salud y la educación.
- En contra de la destrucción del medio ambiente.
- Por una lucha decidida contra el fascismo, el racismo y la discriminación de las mujeres, de la orientación sexual, de todas las minorías! Defendemos a los inmigrantes y a todas las comunidades oprimidas! Igualdad de derechos para todos los trabajadores, independientemente del color, el origen étnico o la religión! Los trabajadores y los movimientos populares tienen que organizarse en guardias de defensa contra las bandas fascistas y la represión del Estado.
- Por el desmantelamiento del aparato represivo del Estado burgués, de la OTAN y de todas las bases militares imperialistas y sus alianzas. Total solidaridad con todas las luchas anti-imperialistas de las naciones oprimidas en Palestina, Medio Oriente, Asia, África y América Latina!
· Por todas las demandas vitales inmediatas de la clase trabajadora y las masas populares, nuestro grito de guerra debe ser: ¡Abajo todos los gobiernos capitalistas! ¡Por gobiernos de los trabajadores y el poder obrero! ¡Abajo la Unión Europea de los imperialistas! ¡Por los Estados Unidos Socialistas de Europa!
Atenas, 10 de junio de 2013