La operación “Peace Spring” (Primavera de la Paz) fue suspendida en su octavo día a través de un acuerdo entre los EE.UU. y Turquía. Una evaluación preliminar apunta claramente a la derrota política de Erdogan y el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo). Erdogan se vio obligado a detenerse en la línea de 120 km de Tel Abyad - Ras al-Ayn, sin siquiera alcanzar el control total de Ras al-Ayn, cuando apenas un día antes había afirmado que Turquía no se detendría hasta establecer una zona segura de 30 km de profundidad y 440 km de longitud desde el río Éufrates hasta la frontera con Iraq.
En los próximos días oiremos hablar mucho de la importancia estratégica de esa región. Pero el propio Erdogan dijo lo contrario en octubre del año pasado: "Ahora mismo no hay nada seriamente preocupante al este del Éufrates. Si nos fijamos en esa región llamada ´Este del Éufrates´, vemos mayormente tierra desértica. Aquí lo realmente importante es Deir ez-Zor. Ya que es un potencial energético. Tiene una cuenca, ese es el verdadero negocio...". En palabras de Erdogan, hoy los EE.UU. han empujado a Turquía al desierto, y mantienen el control de la cuenca petrolera de Deir ez-Zor en el sur, "el verdadero negocio", a través de las YPG (Unidades de Protección Popular kurdas).
Aunque el acuerdo ordena el abandono de la línea Tel Abyad - Ras al-Ayn por parte de las YPG, Manbij, Kobane y Qamishli han caído bajo el control de Siria y Rusia que entraron en estas ciudades en defensa de las YPG. En la situación actual, será imposible añadir estas regiones a la zona segura en el corto y medio plazo, por razones que se tratarán en detalle más adelante. Por lo tanto, el plan de reubicar inicialmente a 1 millón de refugiados y posteriormente a 2 millones en la zona segura se ha convertido en un verdadero desafío.
Finalmente, todo esto ha ocurrido justo después de la filtración de la humillante carta de Trump a Erdogan. Todas las líneas del texto apuntan a las amenazas de sanciones económicas como la razón principal de este acuerdo. La amenaza de sanciones llenas de insultos por parte de Trump, fue traducida a un lenguaje diplomático en el texto del acuerdo. Los Estados Unidos pueden en cualquier momento, imponer sanciones a Turquía en el instante en el que ésta se desvíe de las líneas trazadas. Esto también ha puesto de manifiesto la verdadera naturaleza de las supuestas "buenas relaciones" entre Erdogan y Trump, y es muy probable que la filtración se hiciera para dejar bien en claro qué parte fue la que dictó las condiciones del acuerdo. Mientras los partidos burgueses y los medios de comunicación burgueses luchan por convencer a la gente de lo contrario, ésta es una derrota política.
Del "no" alto el fuego a la "no” guerra
El rostro y la postura de Michael Pence durante la sesión fotográfica previa a la reunión entre las delegaciones turca y estadounidense indicaron claramente el tono de la reunión que se iba a celebrar. No hay que olvidar que, a pesar de que el estatus diplomático de Pence es inferior al de Erdogan, se posicionaron como iguales en la mesa de negociaciones. Erdogan informó al público de esta reunión diciendo "Les dije que enviaran una delegación", pero la postura de Pence fue menos la de un enviado enviado a petición de Erdogan y más la de uno enviado para imponer un ultimátum. Probablemente fue el lado estadounidense el que filtró la insultante carta de Trump a Erdogan antes de esta reunión, advirtiéndole que no se haga el "tipo duro" ni fuera "un tonto". Además, fue ignorada la tradición de celebrar una conferencia de prensa conjunta después de las conversaciones. Y el hecho de que los estadounidenses hayan realizado una declaración pública antes que Turquía, sumó al simbolismo alrededor de la reunión. El símbolo más importante de todos sin embargo, fue que Erdogan se abstuvo de hacer una declaración pública después de una reunión tan importante.
La declaración pública hecha por el Vicepresidente Pence y el Secretario de Estado Pompeo propuso un acuerdo de alto el fuego. Sin embargo, Turquía insiste en que esto no es más que una pausa. De hecho el texto del acuerdo, tanto en turco como en inglés, menciona "una pausa en la operación" en lugar de un "alto el fuego". Por otro lado, el hecho de que ambas partes acuerden poner fin a un conflicto a través de un acuerdo escrito con compromisos recíprocos, no significa nada más que un alto el fuego. Sólo si una de las partes en conflicto dejara de luchar temporalmente por iniciativa propia, por ejemplo por razones militares, logísticas o políticas, tendría sentido hablar de una pausa.
En esta atmósfera de controversia conceptual, las afirmaciones del gobierno turco de "operación, no guerra" se debilitaron significativamente. Es difícil imaginar que ellos mismos lo creerían en primer lugar. De hecho, justo antes de la operación Peace Spring, el propio vicepresidente del AKP, Numan Kurtulmuş, dijo "finalmente vamos a la guerra". Esto fue más adelante retractado y, sin embargo, la retractación fue también retractada nada menos que por el propio Presidente Erdogan, quien dijo: "Inshallah (expresión árabe que hace referencia a la voluntad de Dios), esta conquista es para tener éxito". Ha habido intentos para explicar esta afirmación, pero sin embargo nunca fue retractada. Finalmente, hoy tenemos un "no" alto el fuego a una "no" guerra.
La guerra que “dejó de lado” a Astana
La retórica oficial de Turquía era que "la guerra sólo ocurre entre Estados", y con las TSK (Fuerzas Armadas Turcas) enfrentándose al ejército sirio, la operación Peace Spring se ha convertido en una guerra, incluso dentro de los límites de esta retórica. A pocas horas del acuerdo entre Turquía y Estados Unidos, el presidente sirio Bashar al-Assad calificó la operación de " flagrante agresión " y declaró que "Siria responderá al asalto y lo enfrentará en cualquier lugar del territorio sirio por todos los medios legítimos disponibles". Esta es una declaración crítica ya que el acuerdo entre los EE.UU., Turquía y las YPG no es vinculante para Siria. Según el acuerdo, si las YPG se retiran 30 km detrás de la línea Tel Abyad - Ras al-Ayn, abandonan sus armas pesadas y destruyen sus fortificaciones, entonces el alto el fuego será permanente y la operación Peace Spring terminará. Sin embargo, aparentemente la guerra contra Siria continúa.
Es este punto el que expone completamente la esencia política de la operación Peace Spring. El Partido Revolucionario de los Trabajadores (DIP) insistió desde el principio en que se trata de un plan "made in USA" y que es un plan de la OTAN La declaración del DIP titulada "No al derramamiento de sangre fraternal por los intereses estadounidenses" identifica claramente este punto: "el corredor de la OTAN significará posicionar a Turquía contra Siria, Irán y Rusia como el tutor de las bandas armadas que son servidores del imperialismo". En los siguientes 8 días, los Estados Unidos parecen haber hecho progresos significativos. El Representante Especial de los Estados Unidos para Siria, James Jeffrey, que se ha hecho famoso por declarar que "ha llegado el momento de dejar de lado a Astana" (en referencia a las conversaciones de paz por la guerra de Siria, llevadas a cabo en esa ciudad con Irán, Rusia y Turquía como estado garantes, y la participación del gobierno sirio y la oposición, entre otros), está ahora mucho más cerca de sus objetivos. El comentario del Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados de Siria, publicado por la Agencia Árabe Siria de Noticias, contiene estas sorprendentes declaraciones: "Esta traicionera agresión turca hace que el régimen turco pierda su posición como garante en el marco de Astana, particularmente porque su agresión contradice completamente los principios y decisiones de Astana". James Jeffrey está observando estos 8 días de derramamiento de sangre fraternal con gran placer, cuando ni un solo soldado americano fue herido, sino que sólo la sangre de los turcos, los kurdos y los árabes fue derramada.
El plan del corredor de la OTAN sigue estratégicamente funcionando
Este acuerdo también puso de manifiesto el hecho de que una zona segura con un corredor de la OTAN forma parte del plan estadounidense. No nos sorprende en absoluto el hecho de que el mayor apoyo a la operación Peace Spring proviniera del Secretario General de la OTAN, Sr. Stoltenberg. De hecho, el último acuerdo establece claramente que los Estados Unidos y Turquía trabajarán en cooperación en favor de la zona segura. El Vicepresidente de los Estados Unidos, Pence, enfatizó personalmente que la zona tendría una profundidad de 20 millas (32 km). Las fuerzas de las YPG se retirarán de la región como parte del acuerdo. Sin embargo, la situación concreta sobre el terreno indica que el acuerdo podría estar en vigor sólo para los 120 km de la línea Tel Abyad - Ras al-Ayn. De hecho, tras el acuerdo entre las SDF (Fuerzas Democráticas Sirias) y Assad, fuerzas sirias y, en algunas zonas también fuerzas rusas, ya se encuentran desplegadas en Manbij, Kobane y Qamishli. El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavuşoğlu, lo confirmó en su declaración: "nos reuniremos con Rusia sobre estas regiones". El plan de Erdogan de crear una zona segura desde el Éufrates, empezando por Manbij, hasta la frontera con Irak ya ha fracasado. Debido al panorama político discutido anteriormente, será difícil llegar a un acuerdo con Rusia, ya que exigen a Turquía que devuelva todas las tierras fronterizas a Siria. La parte turca tendrá que luchar mucho para mantener los 120 km de la línea Tel Abyad - Ras al-Ayn en la reunión de Sochi con Putin el 22 de octubre y después de esta. Tampoco es improbable que esta crisis al este del Éufrates pueda desencadenar otro conflicto en Idlib.
La caída de Manbij, Kobane, Qamishli, Al Tabqah y Raqqa en la zona de control de Rusia podría ser una retirada táctica para Estados Unidos. El Deir ez-Zor, de importancia estratégica, sigue estando controlado por los EE.UU. a través de las SDF. A diferencia de la parte noreste, los avances del Ejército Árabe Sirio hacia esta región durante la operación Peace Spring se enfrentaron con la artillería y la fuerza aérea norteamericanas. Por lo tanto, por el momento la retirada americana debe ser entendida sólo en términos relativos. No hay que pensar que los Estados Unidos, que pueden llevar a cabo ataques aéreos desde bases militares en países vecinos, incluida Incirlik en Turquía, abandonarán Siria por completo. Al final, esta retirada táctica estadounidense entregó a Rusia el problema del PKK (Partido de los trabajadores del Kurditán)/YPG, lo que dificultaba la creación de una línea conjunta entre Estados Unidos y Turquía contra Rusia e Irán. Teniendo en cuenta que el PYD (Partido de la Unión Democrática) no está representado en la reunión del Comité Constitucional sirio a finales de octubre, esta retirada táctica en realidad aumenta la influencia estadounidense a través de sus organizaciones de protectorado y Turquía. Aunque el corredor de la OTAN está dividido geográficamente, sigue funcionando estratégicamente.
Sólo hay una forma de frustrar el plan americano: ¡Paz con los kurdos, guerra contra los EE.UU.!
A pesar de oficialmente afirmar lo contrario, Turquía ha pasado a formar parte de un acuerdo con PYD/YPG, aunque sea a través de la mediación de los Estados Unidos. No es la primera vez que esto pasa y no será la última. El problema es que este diálogo siempre es facilitado por los imperialistas y organizado de acuerdo con su agenda. Aunque el gobierno rechaza estar en "guerra con los kurdos", EE.UU. define la relación turco-kurda como una "animosidad natural" de siglos de antigüedad y se alimenta de ella. Aquellos de nosotros que vemos la servidumbre de los kurdos como la cadena alrededor del cuello de los turcos y los árabes, no entendemos un simple alto el fuego de la paz. Defendemos que se desarrolle un diálogo entre los representantes legítimos de los pueblos, sobre una base voluntaria, que se levante sobre la igualdad y el rechazo del arbitraje y la intervención imperialista.
Está claro que el movimiento kurdo sirio ha sido abandonado a cambio de su colaboración con el imperialismo. La estrategia del movimiento kurdo ha fracasado totalmente. Esto no tiene fin. Apoyar al AKP durante la "apertura kurda", seguido de su colaboración con los EE.UU., y hoy bajo las alas de Siria y Rusia. Si Turquía y los kurdos entablaran un diálogo, ambas partes podrían poner fin a esta racha de derrotas.
Esta necesidad ha quedado demostrada una vez más por este sangriento y trágico episodio. Nuestra máxima es "¡Paz con los kurdos, guerra contra los EE.UU.!" El camino para frustrar los planes imperialistas y poner fin a este derramamiento de sangre fraternal pasa por allí.