Este artículo preparado por nuestros compañeros venezolanos de Opción Obrera estaba escrito inmediatamente después de las elecciones en Venezuela pero está publicado con retraso a causa del proceso de traducción en inglés.
El hecho en sí, la realización de las elecciones al parlamento en la fecha prevista, fue una expresión de soberanía[1], independientemente del rol general del parlamento, o concreto, lo referido al desempeño que los diputados electos vayan a hacer después de su instalación. Por otro lado, el que votó y el que no votó, ambos no comen y el voto no soluciona el hambre a la que estamos sometidos.
El ventajismo, la arbitrariedad por parte del gobierno en la campaña electoral, también fue notable, como siempre lo ha sido, cuando Chávez y antes con los adecos y los copeyanos. Sin embargo, la coacción internacional para evitar estas elecciones fue el distintivo de esta coyuntura, que continúa por parte de la oposición de derecha y sus aliados, sobre todo el gobierno de EEUU y la UE. en la vía del golpe de un sector militar, ante la extrema crisis en todos los ámbitos que sufre el país. Hasta el lejano Japón se pronunció, en contra de los resultados electorales.
La asistencia fue notable a pesar de la pandemia, el confinamiento, los desplazados quienes quedaron lejos del lugar de votación, y otras circunstancias quizás mayores como andar detrás del gas, la gasolina, la falta de transporte.
Por otra parte, la abstención del 70 %, indica que el grueso de la población, está hastiada al llamado del gobierno a votar a sus candidatos, pero tampoco cree en los cantos de sirena de la oposición de derecha, la cual no los moviliza, ni porque se está en una situación de extrema escasez. Los llamados sectores de la izquierda, no hicieron eco en los trabajadores, unos, no se deslindan del gobierno, ni siquiera la APR, los otros, los abstencionistas les son funcionales a la oposición de derecha, acuden o convocan a las movilizaciones de los trabajadores, pidiendo fuera Maduro sin plantear un gobierno de los trabajadores como alternativa.
Venezuela, su ubicación política en Latinoamérica y más allá
En Venezuela no se han movilizado los trabajadores, ni el pueblo en general como en Haití, parte de Centro América, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, en la revolución chilena, en Paraguay, allí existe la izquierda acompañando esas movilizaciones, sin embargo, es notoria la ocupación internacional por nuestra situación, muchas veces hemos dicho que ellos ven algo, que otros no ven o no quieren ver.
Los hechos, son condiciones objetivas, cuando se reflejan en las mentes, en los sujetos y se convierten en acciones, se tornan objetivas. Los venezolanos vienen de varias hazañas históricas, salvar del desastre a Chávez en los acontecimientos que van del golpe de la derecha que los destituyó en Abril del 2002, la derrota del lockout petrolero e industrial de dos meses de duración, con el apoyo de toda la burocracia sindical que dominó por 40 años, hasta el revocatorio promovido por la misma derecha, todo con el mayor apoyo de EEUU, luego han sido duros años de ruina económica, tras la caída de los precios del petróleo. Es de allí, que viene la situación actual, la ausencia de una dirección combativa y en ese sentido es necesario una propuesta concreta de cara a una reactivación de las luchas.
Que más de 50 países no reconozcan al gobierno de Venezuela, algo inaudito, solo tras una revolución social como en la URSS o en Cuba, suele suceder, con sus diferentes matices. Venezuela negocia, sobre todo oro por gasolina con Irán, país también sometido a robos y bloqueos económicos bestiales por parte de EEUU y Europa, intercambia con Cuba, recibiendo desde asesoría hasta educación y salud. En la dura lucha del mercado mundial, donde EEUU presiona hasta a la UE por las relaciones comerciales con China, o el gas con Rusia, estos dos países junto con Turquía, eluden el embargo comercial y financiero que sufre Venezuela, inclusive cierto apoyo militar ante el cerco criminal al que está sometido, esto no exime el saqueo sobre los recursos por parte de los gobiernos de esos países junto a la clique cívico militar que gobierna Venezuela.
Maduro, intenta salir del impase a través de dar facilidades a los comerciantes importadores, privatizando empresas y mayores burlas a los trabajadores, sobre todo a los empleados públicos, sin embargo por su origen, para pasar a ser interlocutor válido del imperialismo en el país, tiene que convertirse en su contrario, enterrar el nacionalismo y eso es imposible, la crisis económica que se agrava cada vez, le impide hacer ese pase, la oposición de derecha tampoco tiene posibilidad de hacer algo, en el mundo solo la especulación bursátil no deja de tener ganancias, la industria agudiza su crisis tras la pandemia.
Por lo tanto, la única alternativa viable, real, la tienen los trabajadores, junto a los inmensos recursos que tiene el país y que el imperialismo también quiere para sí, sobre todo el petróleo pesado de la faja, para producir gasoil y fuel oil. Por algo es que, a pesar de las sanciones y robos, el gobierno de Trump por enésima vez, le extiende el permiso a Chevron, Schlumberger, Halliburton, Baker Hughes y Weatherford para explotar el petróleo aquí en Venezuela, y el gobierno de Maduro además lo permite con complacencia.
Opción Obrera ha dicho que el chavismo es el último recurso del capitalismo. Desde 1999, ha servido para evitar un proceso revolucionario en Venezuela, para desviar el impulso de las masas desde que insurgieron en 1989 contra de la aplicación por parte de Carlos Andrés Pérez de una receta del FMI. Los golpes militares de febrero y noviembre de 1992, como una consecuencia o una respuesta ante el agotamiento de los gobiernos originados luego de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, fraguaron con el inicio del siglo, un ciclo nacional-populista, que sin romper las instituciones burguesas tendría que fracasar.
El madurismo viene de allí, y se debe superar, pero no es gravitando en torno a la oposición de derecha, o sirviéndole al gobierno para enderezarlo, como lo hace toda la llamada izquierda. Algunos exigen el cumplimiento de la constitución en cuanto a los salarios, cuando la crisis económica que azota al mundo y en especial a Venezuela, no tiene salida dentro del capitalismo. En todo caso, la última acción dentro de esta sociedad, sería debatir una nueva constitución, a través de una Asamblea Constituyente Soberana llamada a dar respuesta ante la crisis social, política y económica, la cual solo puede ser emprendida por un gobierno de los trabajadores.
Hemos propuesto como salida para los trabajadores, antes de las elecciones y las mantenemos
La lucha por
Salarios y Empleo
Salario y pensiones iguales a la canasta básica.
Escala Móvil de salarios
Aumento general e inmediato de salarios para todos los trabajadores
Escala móvil de horas de trabajo, en función de emplear a todos los trabajadores.
Trabajadores
Derogación del memorando 2792. Reconocimiento de los sindicatos y de las contrataciones colectivas.
Autonomía sindical libertad sindical, no a la injerencia del Consejo Nacional Electoral CNE ni del Registro de Organizaciones Sindicales RENOS.
Libertad y desprocesamiento de los trabajadores y campesinos presos. No a la criminalización de la protesta laboral y social.
Medidas de bioseguridad para los trabajadores en las fábricas, crear comités sanitarios para los trabajadores, para el caso particular de los trabajadores de la salud garantizar reales medidas de bioseguridad, alimentación transporte, seguridad para ellos y sus familias, establecer jornada de trabajo en 4 turnos, aumento de salario de acuerdo a la inflación y a la emergencia sanitaria.
Economía
Nacionalización de la Banca y del Comercio Exterior, todo el dinero que haya es para planificar y reactivar la producción conforme a los intereses de los trabajadores, no puede seguir beneficiando al capital. La importación también es sólo en ese sentido, no para beneficiar a los grupos importadores.
No a la privatización de PDVSA y de las empresas estratégicas, esto es vital para el país.
Control Obrero sobre la producción y la administración de PDVSA y de toda empresa estratégica, o que pretenda hacer pagar la crisis sobre sus trabajadores.
No al pago de la deuda externa.
Retribución para las empresas extranjeras en el país, del mismo trato que hacen sus gobiernos respectivos contra Venezuela. Ante las sanciones, nacionalización sin pago de los grandes capitales extranjeros
Derogación de la Ley Antibloqueo.
Libertades democráticas
Prisión para los golpistas y agentes del imperialismo.
Abajo la diplomacia secreta, publicación de toda negociación con todos los detalles.
Ningún acuerdo con el imperialismo
Milicias armadas y bajo control de los trabajadores
Eliminación de todos los cuerpos represivos.