Hoy 19 de julio de 2018, temprano en la mañana, el Knesset israelí -el parlamento del Estado sionista, controlado por la coalición gobernante de extrema derecha de Benjamin Netanyahu-, aprobó por 62 votos contra 55 y una abstención su normativa de apartheid, la “Ley Básica del Estado-Nación Judío”, aboliendo incluso la fachada democrática de la “Declaración de Independencia de Israel“ de 1948.
No solo el árabe deja de ser un "idioma oficial", sino que se da un golpe destructivo a todos los derechos extremadamente restringidos de los ciudadanos árabes palestinos del país ocupado. Se establece la segregación según etnia y religión y los "asentamientos judíos" son alabados e inaugurados como el "valor nacional" más elevado del Estado. Pero también los derechos de los ciudadanos judíos israelíes, que no se ajustan a la distorsionada versión llamada "ultraortodoxa" del judaísmo -ordenada por los rabinos corruptos que apoyan a Netanyahu-, están bajo ataque inmediato.
Por esta razón, el 14 de julio miles de judíos israelíes se manifestaron en Tel Aviv contra la nueva Ley Básica del apartheid (como se ve en la foto).
¡Ningún pueblo puede ser libre cuando oprime a otra gente! El sionismo demostró ser una catástrofe para el pueblo palestino y una trampa mortal para el pueblo judío también. Netanyahu es el mejor amigo de los peores antisemitas. Cuando la nueva Ley Básica racista fue institucionalizada, el Primer Ministro israelí recibió en sus brazos como invitado al notorio primer ministro húngaro antisemita Orban, el admirador de la dictadura de Horthy, responsable de la matanza masiva de medio millón de judíos húngaros durante la Segunda Guerra Mundial.
El sionismo y el antisemitismo son gemelos siameses.
¡Abajo la barbarie, vamos adelante hacia una Federación Socialista del Medio Oriente!
Artículo publicado originalmente en el portal RedMed.