El debate sobre el futuro de la clase obrera
no sólo en Grecia, en Europa o en América Latina sino a lo largo del mundo, depende
del cómo se enfrenta este punto de inflexión de la Historia marcado por la
guerra.
No es casualidad que, en este debate, la
cuestión de la guerra se plantea una y otra vez de diferentes maneras por Jorge
Altamira y otros presentadores.
Quiero decir lo siguiente: hay una enorme confusión
en todo el mundo, una desorientación de la izquierda internacional en relación
precisamente a cómo caracterizar esta guerra.
Hay una parte que denuncia la “invasión imperialista
rusa contra los derechos nacionales ucranianos” y por eso apoyan crítica o
acríticamente a la guerra de poder de la OTAN.
Del otro lado tienes secciones que
responden a la izquierda internacional, incluida trotskistas, o como el partido
comunista stalinista en Grecia, que toman una posición “equidistante”.
Esto me recuerda un poco la posición de Max
Shachtman en el famoso conflicto en el SWP [Socialist Workers Party de los
EEUU] al comienzo de la segunda guerra mundial cuando Shachtman y sus
seguidores en el estadounidense SWP demandaron una insurrección contra ambos
bandos, es decir contra Hitler y contra Stalin. Y ahora, se dice que los dos
bandos son muy malos y los dos son imperialistas y asumen la misma postura de
ese momento.
Sólo tengo que decir que esta guerra es la
manifestación explosiva de un doble impasse: por un lado, está el impasse del
capitalismo estadounidense y global por encontrar la solución a su crisis
histórica estructural y también superar la declinación histórica del sistema. La
decadencia de los EEUU, no es la decadencia de un país solo, es la decadencia
del capitalismo que en los Estados Unidos alcanzó su punto más alto y estamos
en un largo y prolongado período de decadencia capitalista mundial y también de
decadencia de los Estados Unidos. Yo puedo decir que se hizo muy evidente a
partir de la derrota del imperialismo estadounidense en Vietnam, al fiasco del
imperialismo americano en Afganistán o Irak o en África ahora.
Desde el otro lado, se tiene el impasse de
la restauración capitalista en el espacio postsoviético, en la Rusia postsoviética:
incluso algunos de los think tanks de los imperialistas están de acuerdo en que
tenemos que ver la restauración capitalista no sólo como un evento o un momento
en que todo terminó en 1991, y por lo tanto tenemos una Rusia capitalista por
un lado y el imperialismo del otro. Hasta Serhei Plohyi, historiador ucraniano que
enseña en Estados Unidos, dice que para el capital la disolución de la Unión
Soviética no es un incidente momentáneo, es un proceso. Y ahora, este proceso
llegó al punto de una conflagración que abrió las puertas de una tercera guerra
mundial y de un Armagedón nuclear
La restauración capitalista definitiva es la
línea oficial de la élite gobernante, el ascenso de la burguesía y el fin del
régimen bonapartista de Putin, pero por allí tampoco pueden triunfar, ven que el
fin del proceso de restauración capitalista es imposible tanto en Rusia post
soviética como en China. Porque significa la destrucción de estos países, su
fragmentación y colonización e intentan resistir a los métodos reaccionarios
burocráticos militaristas donde también hay un impasse que vemos hoy en día en la
famosa contraofensiva de las fuerzas ucranianas financiadas y entrenadas con la
alta tecnología del armamento de la OTAN y del imperialismo americano, vemos que
este fracasó por un lado, y del otro lado, un impasse dentro del régimen ruso
que se expresó en el motín Prigozhin y ahora la muerte de Prigozhin.
No somos neutrales en esta pelea. Estamos a
favor de la derrota de la OTAN, nada neutrales. Una derrota de la OTAN ayudará
mucho a fortalecer la lucha mundial de la clase trabajadora. De lo contrario,
se produciría de una fragmentación y una posible colonización de Rusia, lo que
sería un golpe para nosotros, para el movimiento obrero internacional, incluyendo
las fuerzas trotskistas. Así que no somos neutrales, ni tomamos la misma distancia,
aunque eso es una posición minoritaria.
Estamos por la derrota de la OTAN y estamos
por la movilización revolucionaria de las masas tanto en el antiguo espacio
soviético como en Europa, en Estados Unidos y en el Sur global contra el
enemigo común. La correcta solución a esta pesadilla que lleva a la humanidad
al borde del abismo de una catástrofe combinada con la catástrofe climática,
con todo lo que enfrentamos en esta tercera década del siglo XXI, la única
salida a este doble impasse es la renovación de la Revolución socialista
mundial, quiero decir renovar la lucha para completar la obra iniciada en
octubre de 1917 por los bolcheviques, por Lenin, por Trotsky, la clase obrera y
el campesinado que acabó a través del Zarismo y el capitalismo con en el
eslabón más débil de la cadena imperialista
Esta es nuestra posición por la que
luchamos, por esta posición y por esta razón creo que también volvimos a ser el
objetivo del servil Estado griego, servidor del imperialismo, después de la
victoria electoral de la derecha, tenemos una situación caótica que se
desarrolló en Grecia y al mismo tiempo se celebró la última Cumbre de los
Balcanes en Grecia con las fuerzas de Zelensky, Mitsotakis etc., la cual
muestra que Grecia y los Balcanes son una parte integral de este mundo. Por
esta razón somos tan insistentes de esta manera para que nos calumnien por ser
pro Putin etc. Rechazamos todas estas calumnias estamos a favor de una vía
hacia el socialismo, por una salida revolucionaria de este laberinto que
expresan las contradicciones de un sistema en declinación que producirá la
muerte el capitalismo, que con razón Trotsky había indicado. Muchas gracias.