Los días 14 y 18 de diciembre, en contra de la reforma de pensiones en Argentina, se organizaron gigantescas marchas en las que participaron cientos de miles de personas. La ley es aprobada, pero el gobierno de Macri sabe que es débil frente a la clase obrera, y que los próximos días conquistarán nuevos desafíos. Por este motivo, lanzó un ataque contra quienes convocaron manifestaciones contra la reforma, organizaron y dirigieron la lucha el 14 y 18 de diciembre a pesar de la burocracia sindical.
Dos militantes del Partido Obrero, que estuvo al frente de la lucha, fueron detenidos. Primero, el 28 de diciembre César Arakaki, y luego Dimas Fernando Ponce el 9 de enero. Fueron acusados de violencia grave contra la policía frente al Congreso. No hay evidencia que confirme esta afirmación. El DIP, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, defiende incondicionalmente a los luchadores que ejercieron uno de los derechos democráticos más fundamentales, el derecho a manifestar. Para el 18 de diciembre, los que serán castigados y juzgados deberían ser la policía que atacó brutalmente a obreros, jubilados y jóvenes con bombas de gas y balas de plástico y los ministros que ordenaron este ataque. La resistencia de César Arakaki y Dimas Fernando Ponce y todos los demás luchadores detenidos, con el mismo crimen contra los ataques bárbaros del Estado es totalmente legítima.
El ataque del estado argentino a las organizaciones en la lucha, principalmente al Partido Obrero, no se limita a los detenidos. El 5 de enero, la policía argentina afirmó que había una bomba casera frente a la estación de policía con una declaración del PO, junto con la bomba, diciendo que "Libertad a los argentinos presos en Congreso o los ataques seguirán" Con esta provocación ridículamente pobre, el estado argentino probablemente piense que puede detener al PO, que se fortalece cada día entre la clase obrera, liderando las luchas y logrando un éxito importante. ¡Pero están equivocados! El Partido Obrero no está solo, eludirá estas provocaciones y seguirá generando temor al capital y al Estado argentino.
¡Libertad a César Arakaki, a Dimas Fernando Ponce y a los luchadores detenidos!
¡Fin de la persecución a los luchadores!
¡Fin de las provocaciones para el Partido Obrero!
Partido Revolucionario de los Trabajadores (DIP)